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El Centro de Reconciliación ofrece unos espacios de escucha, tanto individuales como colectivos, con el objetivo de que la comunidad exprese y manifieste su conflicto o su situación de violencia o vulnerabilidad, por ejemplo, a través de un chocolate, y que de esta forma, los miembros de la comunidad puedan iniciar su proceso de perdón y reconciliación. “Son espacios guiados, obviamente. Tienen como fin poner a hablar a la gente. Esta es de las mayores dificultades de la comunidad: no poder hablar o no tener con quién hacerlo”, asegura Ana Sofía Marmol, psicóloga y coordinadora del Centro de Reconciliación, quien ha dedicado su experiencia profesional al trabajo con población víctima del conflicto armado.

 

Otra de las estrategias, como oferta a la comunidad, es la denominada ‘Iniciativas Locales de Paz’, en donde las personas que han llevado su proceso de formación y desarrollo en perdón y reconciliación en cualquiera de los centros, y que han asumido alguna especie de liderazgo, puedan proponer y generar estrategias para que otros conozcan lo que ellos ya conocieron y vivieron, como el caso de Edy y el mismo Sabas Duque

“En el Centro de Reconciliación, estamos abiertos a cualquier miembro de la comunidad, es decir, no solo ofrecemos estrategias de perdón y reconciliación a las personas que han sido víctimas de cualquier tipo de violencia, del conflicto armado o que han sufrido algún tipo de vulnerabilidad, sino que buscamos miembros de la comunidad que se interesen en nuestros programas y que quieran ser agentes movilizadores mediante la participación activa. No significa que quien no participe activamente se tenga que salir, pero sí queremos incentivar ciertos tipos de liderazgo”, explica Ana Sofía.

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